lunes, 10 de junio de 2013

En el proceso de búsqueda del fin de semana, continuamos indagando sobre las ideas que teníamos. Estuvimos accionando sobretodo la de La Pesca, buscando posibles locaciones y contactos. 



Junto a esto, continuamos discutiendo otras ideas, las tres más vigentes: esta, el fuego y las escondidas (incluyendo en la discusión la idea de interiores). Con esto surgió, mientras profundizábamos los conceptos que se plasmaban en Las Escondidas, una nueva idea que acaparaba aspectos de ambas: lo ritualistico, el juego, la infancia (y el aprendizaje), adicionando también el tema del año - lo onírico -.

Esta nueva Cosa: La casita. 
Se refiere a la situación de índole universal, vivida en cualquier clase, género y contexto humano: el juego infantil de hacerse un mundo, un hogar creativo debajo de las sábanas, dónde las reglas y las querencias de la imaginación son las leyes naturales entre las telas suspendidas. 
El argumento: una mujer en su habitación, en un momento decisivo de su vida, se acuesta. Abrumada por la presión de una decisión que se avecina, teniendo que optar entre lo espontáneo, pasional, sensitivo, o lo racional, correcto, socialmente esperable, en la cadencia de este conflicto, en un acto casi mecánico recorre a un gesto olvidado: resguardarse bajo las sabanas, extendiendo su imaginación en el espacio, dónde puede poner su proprio sentido temporal, dimensional y normativo, en este refugio. Allí dentro es la niña que fue y se encuentra con un personaje: una figura masculina, mayor, que podría ser su padre en el pasado, su esposo en la actualidad o un simple símbolo de esta elección que ha de tomar. Se acuesta, al final, en sus piernas, y dormita con las caricias etéreas de este ser imaginado. 
La casita representa: el exterior y el interior, la imaginación versus la realidad, el espacio entre el sueño y la vigilia dónde las imágenes cotidianas se tiñen del ritmo y de la subjetividad del mundo interno. 

Algunas referencias del tema: 











(creado por Carlos Santana)